Boca Juniors volvió a tocar fondo. Sin alma, sin rebeldía, sin una idea de juego que lo identifique, volvió a perder y sumó su undécimo partido consecutivo sin victorias. Nunca antes en su historia había atravesado una racha semejante. Y si se toman en cuenta los diez encuentros sin ganar con Miguel Ángel Russo en 2021, el número se estira a 17. Frente a Huracán, apenas pudo patear una vez al arco en 90 minutos, con una chilena predecible y débil de Tomás Belmonte. En contrapartida, el "Globo" lo remató 13 veces y celebró el 1 a 0 como un desahogo: hacía 31 años que no vencía como local al "Xeneize".
El equipo de Parque Patricios fue muy superior. Ya desde los primeros minutos asedió el área rival: un cabezazo de Nehuén Paz rozó el travesaño y un zurdazo de Matko Miljevic fue contenido por Agustín Marchesin, que tuvo varias intervenciones decisivas. En el complemento, Boca cambió de actitud pero no de fondo. Las imprecisiones se multiplicaron y las decisiones sorprendieron: Russo sacó a Miguel Merentiel y lo mandó directamente al vestuario. Milton Giménez entró en su lugar y luego fue improvisado como centrodelantero. El equipo terminó acorralando a Huracán, pero sin ideas claras ni peligro real.
El descontrol fue una constante. Edison Cavani recibió una amarilla y se fue furioso tras discutir con un rival. Marco Pellegrino casi regala el segundo gol y Huracán, con más aplomo, parecía más cerca de sentenciar el encuentro. Hasta que Matko, con un tremendo remate desde afuera del área, marcó el gol que justificó todo lo que se veía en el campo. Fue un golazo que dejó sin reacción a Marchesin, figura indiscutida en una noche para el olvido. Boca, mientras tanto, terminaba con Kevin Zenón de extremo y Giménez como 9, reflejo de la confusión general.
En conferencia de prensa, Agustín Marchesin no ocultó su tristeza. “Estamos con mucha bronca por el momento del equipo, hay tristeza dentro del plantel. Tenemos que agachar la cabeza y trabajar para salir adelante. Tenemos grandes jugadores en el plantel”. Luego, agregó con un mensaje que apuntó directamente al hincha: “Entendemos a los hinchas porque yo también soy hincha de Boca, duele este momento y no queda otra que salir adelante. Ojalá sea contra Racing”.
Un tobogán sin freno y una Bombonera que espera
Con el clásico ante Racing a la vuelta de la esquina, la expectativa está más afuera que adentro del campo. Falta poco para que el descontento explote en la Bombonera, donde los socios prometen expresarse. La caída frente a Huracán no solo extendió una racha negra, sino que dejó una imagen preocupante: sin juego, sin reacción, sin un conductor claro. “El torneo recién comienza, así que tenemos que revertir esto, más allá de la derrota con Atlético Tucumán, que nos dejó mucha decepción y tristeza”, reconoció Marchesin, intentando encontrar una salida en medio del derrumbe.
Boca no da señales de recuperación. La sensación es de desamparo. La confusión es tal que ni los nombres ni los cambios logran torcer la historia. El equipo parece haber perdido hasta la memoria. Y nadie, por ahora, tiene la receta para rescatarlo del abismo.